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Santo del Día

29 DE ABRIL : S. CATALINA DE SIENA, VIRGEN, DOCTORA DE LA IGLESIA, PATRONA DE EUROPA Y DE ITALIAs. Catalina de Siena, virgen, doctora de la Iglesia, Patrona de Europa y de Italia  (© MET)

“No se contenten con las pequeñas cosas. Dios las quiere grandes. ¡Si serán lo que deben ser, pondrán el fuego en toda Italia!”. Con estas palabras, según el usual estilo firmo e intransigente, pero siempre maternal, Catalina Benincasa invitaba a la radicalidad de la fe a uno de sus interlocutores epistolares. Es una exhortación que revela el deseo ardiente de la santa de irradiar el Evangelio en el mundo a través del testimonio convencido y creíble de hombres y mujeres convertidos por el anuncio del Resucitado: “Dotada de una fe invicta, podrás afrontar victoriosamente a tus adversarios”, le dirá Cristo en una visión del último día del carnaval del año 1367, en un episodio que los biógrafos recuerdan como las nupcias místicas de Catalina.

Determinada desde niña a casarse con Cristo

Había nacido veinte años antes, el 25 de marzo, en el barrio Fontebranda, siendo la 24ª hija de los veinticinco puestos en el mundo por el tintorero Jacopo Benincasa y Lapa di Puccio de’ Piacenti en una época caracterizada por fuertes tensiones en el entramado social. A la edad de sólo seis años, en un momento en que el papado tenía sede en Aviñón y los movimientos heréticos asechaban la vida de la Iglesia, la niña tuvo la aparición de Jesús vestido de Pontífice. Al año siguiente hizo voto de virginidad, madurando después el firme propósito de perseguir la perfección cristiana en la orden dominicana. Frente a la oposición de sus padres que la querían esposa, Catalina reacciono firmemente: a los 12 años se cortó el cabello y se puso el velo, encerrándose en casa. Entonces la familia le permitió, en el año 1363, que ingresara entre las Terciarias dominicas.

Mamá y maestra, punto de referencia espiritual para muchos

La santa aprendió a leer y a escribir. Y comenzó una intensa actividad caritativa hacia los últimos y – en una Europa lacerada por pestilencias, guerras, carestías y sufrimientos – se convirtió en un punto de referencia para los hombres de cultura y para los religiosos que, siendo asiduos frecuentadores de su celda, serán recordados como “caterinatos”, es decir sus hijos espirituales. Los más íntimos entre ellos la llamaban “mamá y maestra” y se hicieron transcriptores d sus tantas exhortaciones a las autoridades civiles y religiosas: exhortaciones y asunciones de responsabilidad, a veces reproches o invitaciones a la acción, expresados siempre con ternura y caridad. Entre los temas afrontados en sus misivas se destacan: la pacificación de Italia, la necesidad de la cruzada, la reforma de la Iglesia y el regreso del papado a Roma para el cual la santa fue determinante al viajar, en el año 1376, a Provenza para ver al Papa Gregorio XI.

El Papa, “dulce Cristo en la tierra” y su regreso a Roma

Catalina jamás tuvo miedo de volver a llamar al Sucesor de Pedro – a quien definía “dulce Cristo en la tierra” – a sus responsabilidades: reconoció sus faltas humanas, pero tuvo siempre gran reverencia por el vicario de Jesús en la tierra, así como de todos los sacerdotes. Después de la rebelión de una parte de los cardenales que dio inicio al cisma de Occidente, Urbano VI la llamó a Roma. Aquí la santa se enfermó y murió el 29 de abril de 1380, al igual que Jesús con sólo 33 años de edad. Las palabras del apóstol Pablo: “Ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí”, se encarnan en la vida de Catalina que en el año 1375 recibió los estigmas incruentos reviviendo cada semana la Pasión, según relatan los testigos.

Pablo VI la proclama Doctora de la Iglesia

La pertenencia al Hijo de Dios, el coraje y la sabiduría infusa son características distintivas de una mujer única en la historia de la Iglesia, autora de textos como “El Diálogo de la Divina Providencia”, “Epistolario” y su recopilación de “Oraciones”. En virtud de su alta estatura espiritual y doctrinaria, Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia en 1970. Enamorada de Jesucristo, Catalina escribía: “Nada atrae el corazón de un hombre ¡cuanto el amor! Por amor Dios lo ha creado, por amor su padre y su madre le han dado la propia sustancia, él mismo está hecho para amar”.

 

30 DE ABRILS. PIO V, PAPA
S. Pio V, Basilica di san Paolo fuori le muraS. Pio V, Basilica di san Paolo fuori le mura 

La flota turco-musulmana estaba preparada para lanzar el ataque decisivo en el Golfo de Lepanto. Trescientas naves esperaban la orden para doblegar la Europa cristiana. A las 12 del 7 de octubre de 1571 tuvo inicio una de las batallas navales más decisivas de la historia cristiana. Después de tres horas de violentos combates, las fuerzas aliadas de la Liga Santa vencían a las otomanas. Ante la noticia de la victoria, el Papa Pío V ordenó que se hicieran sonar todas las campanas de la Ciudad Eterna. Y como signo de agradecimiento a la Virgen – en los días precedentes al combate había enviado a los romanos a rezar el Rosario – instituyó precisamente el 7 de octubre, la fiesta de la Bienaventurada Virgen del Rosario.

Papa reformador

La de Lepanto es una de las páginas más conocidas ligadas a la figura de Pío V, en el siglo Antonio Michele Ghislieri. Determinado e inflexible, su imagen está relacionada de modo especial a la Contrarreforma por haber combatido la herejía, y a la Liga Santa, la coalición militar que constituyó con los Estados para contrastar el avance de los turcos en Europa. Sin embargo, importantes y numerosas fueron sus decisiones en materia teológica y litúrgica. Publicó los nuevos textos del Misal (1570), del Breviario (1568) y del Catecismo romano.

La atención a los pobres

Durante su Pontificado, Pío V trabajó en favor de la asistencia a los pobres y necesitados, creando estructuras de asistencia y de ayuda como el Monte de Piedad y los hospitales de San Pedro y del Espíritu Santo. Durante la carestía de 1566, suprimió todo tipo de gasto superfluo, distribuyó víveres y organizó servicios sanitarios.

Contra la herejía y el nepotismo

Inflexible, entre sus disposiciones, también figura la bula In Coena Domini que recogía medidas sobre la custodia de la fe y la lucha contra las herejías. Redujo el costo de la corte papal, impuso la obligación de residencia de los obispos y afirmó la importancia del ceremonial. Se opuso a toda forma de nepotismo y trató, con todas sus fuerzas, de mejorar los usos y costumbres de la población.

Pío V y las monarquías de Europa

Pío V dio prueba de grandes capacidades también con respecto a las monarquías europeas. Logró que se reconocieran las decisiones del Concilio de Trento en Italia, Alemania, Polonia y Portugal. Entre los monarcas católicos sólo el rey de Francia se opuso. Excomulgó a Isabel I de Inglaterra con la intención de apoyar a las fuerzas católicas y determinadas a favorecer el ascenso al trono de María Estuardo.

Muerte y canonización

Agotado por una larga enfermedad, murió el 1° de mayo de 1572. Sus restos descansan aún en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Fue beatificado cien años después del Papa Clemente X, el 27 de abril de 1672, y canonizado el 22 de mayo de 1712.

24 DE ABRIL: San Fidel de Sigmaringen

 

San Fidel de Sigmaringen, presbítero y mártir, el cual, siendo abogado, decidió entrar en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, llevando una vida observante de vigilias y oraciones. Asiduo en la predicación de la Palabra de Dios, fue enviado a la región de Recia para consolidar la verdadera doctrina, y en Sevis, de Suiza, fue martirizado por los herejes calvinistas a causa de la fe católica.

 

1 DE MAYO: S. JOSÉ OBRERO ESPOSO DE LA B. V. MARÍA, PROTECTOR DE LOS TRABAJADORES

s. José Obrero protector de los trabajadores,  1370 ca.s. José Obrero protector de los trabajadores, 1370 ca.  (© Musei Vaticani)

Además de ser el padre adoptivo de Jesús y el esposo de María, - como enseñan los Evangelios - san José era herrero, artesano y carpintero. Con su vida de honesto trabajador, san José ennoblece el trabajo manual con el que mantiene a su Santa Familia y participa en el proyecto de salvación.

José, el "Justo"

En el lenguaje bíblico de las Escrituras, se usa el apelativo de "Justo" (Mt 1,19) para denominar a todo aquel que ama y respeta la Ley como una expresión de la voluntad de Dios. José lo hace. Descendiente de la Casa de David, es un hombre no anciano que está comprometido con María. (Mt 1,18) Y, como su esposa dijo "sí" a un ángel, (Lc 1,38) también él dirá su "sí" a otro ángel que lo visitará en un sueño para tranquilizarlo sobre el origen del embarazo de María, como fruto del Espíritu Santo. (Mt 1,20) Su característica es la discreciòn y el silencio que lo hacen evitar protagonismos. Cuando Jesús comienza su vida pública, en las bodas de Caná, (Jn 2 1-12) los Evangelios ya no lo mencionan: probablemente murió, pero no sabemos ni cuándo ni dónde. Mucho menos se sabe donde habría sido sepultado.

El trabajo: participación en el plan divino

Del mismo modo que los padres enseñan su oficio a sus hijos, tambièn José lo hizo con Jesús. Por eso, a Jesús se le llama a menudo en los Evangelios "el hijo del carpintero". (Mt 13,55) Más que ningún otro, San José representa la dignidad del trabajo humano, que es el deber y la perfección del hombre, que ejerce su dominio sobre la Creación, prolonga la obra del Creador, ofrece su servicio a la comunidad y contribuye al plan de salvación. José ama su trabajo. Como hombre de fe, supera el cansancio y lo eleva a la práctica de la virtud; como no aspira a la riqueza y no envidia a los ricos, siempre conserva la paz: el trabajo para él no es un medio de satisfacer la ambición, sino sólo un medio de sustento para su familia. En fin, como se prescribe a los judíos, el sábado observa el descanso semanal y participa en las celebraciones (religiosas). (Lc 2,22-28; 41-50).


La fiesta de San José Obrero

Fue establecida oficialmente por Pío XII el Primero de mayo de 1955 para ayudar a los trabajadores a no perder el sentido cristiano del trabajo. Precedentemente, (el 8 de diciembre de 1870), Pío IX ya había reconocido de alguna manera la importancia de San José como trabajador cuando lo proclamó Patrono de la Iglesia universal. (Hace justamente 150 años). El principio del trabajo como medio de salvación eterna fue también retomado por Juan Pablo II en su Encíclica Laborem Exercens, en la que lo llamó "el Evangelio del trabajo". Se dice que incluso el Cardenal Roncalli - el futuro Juan XXIII - elegido como sucesor de san Pedro, motivado por su devoción al padre adoptivo de Jesús, habría pensado en llamarse José. Finalmente, también muchos otros santos, fueron grandes devotos de San José, como Santa Teresa de Ávila.

 

2 DE MAYO : S. ATANASIO, OBISPO DE ALEJANDRÍA EN EGIPTO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

S. Atanasio, siglo XVII

Durante 46 años obispo de Alejandría en Egipto. En el Concilio de Nicea San Anastasio fue la única voz de la ortodoxia contra el difuso arrianismo que negaba el dogma trinitario. No obstante que su maestro fue San Antonio Abad, Atanasio no fue un teólogo. Murió en el 373.  

 

3 DE MAYO : SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, EL MENOR, APÓSTOLES

Hay muchas cosas que estos dos Santos tienen en común, pues ambos eran parte de los Doce a quienes Jesús llamó apóstoles, es decir, los discípulos más cercanos a Él. Juntos vivieron con Cristo y lo siguieron, ambos anunciarán la Buena noticia del evangelio y, por esta razón, los dos morirán como mártires. Sus reliquias yacen juntas en la Basílica de los Santos XII Apóstoles en Roma, inicialmente dedicada sólo a ellos.

"Felipe, ven y sígueme" (Jn 1,43)

Esto es lo que Jesús le dice a Felipe cuando lo encuentra, y esto es suficiente para cambiar su vida. Originario de Betsaida, ya era discípulo de Juan el Bautista. Felipe ha anhelado por mucho tiempo la llegada del Mesías, así que cuando Jesús comienza su predicación, Jesús lo premia llamándolo a ser uno de sus primeros discìpulos. Lo encontramos con Jesús en el desierto, justo antes del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, cuando le pregunta dónde encontrarían el pan necesario para alimentar a toda la gente reunida. (Jn 6,1) También está al final de la vida de Jesús, en la última cena, cuando le pide a Cristo que les muestre al Padre de los cielos. (Jn 14,8). Después de Pentecostés (según algunos textos apócrifos), cruzó Asia Menor para evangelizar a los pueblos de Escitia y de los Partos, de los que obtuvo muchas conversiones. Al final, en Frigia, en Hierápolis, fue crucificado de cabeza y murió como mártir sobre una cruz en forma de X.

Santiago, el "hermano de Jesús"

San Pablo lo llamó "el hermano del Señor", (Gálatas 1,19) una manera de designar a los parientes más cercanos de la familia. Según algunas fuentes (apócrifas), Santiago habrìa sido un primo hermano de Cristo, el hijo de Alfeo que era el hermano de San José. Santiago tuvo un hermano que fue también discípulo de Jesús: San Judas Tadeo. Se le denomina "el Menor" para distinguirlo de Santiago "el Mayor", (el hijo del Zebedeo) a quien sucedió al frente de la Iglesia de Jerusalén y en el año 50 presidió un importante Concilio en el que se trataron cuestiones muy importantes como la circuncisión (de los paganos convertidos). Antes de estos eventos, estuvo presente en una de las apariciones de Cristo, después de su Resurrección. (1 Cor 15,3-8). Es el autor de una de las primeras Cartas "católicas" del Nuevo Testamento, donde afirma que "la fe sin obras es una fe muerta". (Cf. Santiago 2,17) (La tradición afirma que) Santiago siempre siguió una conducta ejemplar: no comía carne, no bebía vino y observaba los votos, por lo que no es de extrañar que se le apodara "el Justo". Murió como mártir, probablemente por lapidación, entre los años 62 y 66.

 

4 DE MAYO: S. ANTONINA, MÁRTIR DE NICEA

 

Probablemente originaria de Nicea, en Bitinia - actual Turquía - Santa Antonina sufrió el martirio durante las persecuciones cristianas ordenadas por Diocleciano. Después de ser encarcelada durante dos años, sufrió las más crueles torturas antes de ser quemada viva en su ciudad natal.